El mundo de la industria presenta diversos inconvenientes que pueden traer problemas de funcionamiento, accidentes e incluso sanciones por parte de las autoridades. Uno de esos inconvenientes se relaciona a detectar emisión alta de gases tóxicos.
Uso de sensores infrarrojos para la detección
La tecnología aplicada a cámaras de seguridad avanza a pasos agigantados, y así como existen dispositivos capaces emitir una alerta al detectar a una persona que realiza movimientos inusuales, hay cámaras para detectar emisión alta de gases tóxicos.
Para ello, las cámaras vienen equipadas con sensores infrarrojos, que actúan de manera conjunta con un software de gestión, permitiendo así notar la presencia de gases tóxicos que pueden poner en peligro al medio ambiente.
Por otro lado, los gases tóxicos emanados por una industria pueden afectar severamente al personal de la misma, así como también a la población de localidades aledañas, generando un serio problema de carácter institucional y sanitario.
Clasificación por colores de los gases tóxicos
En esencia, las cámaras que son capaces de detectar emisión alta de gases tóxicos se encuentran programadas para asignar una escala de colores a cada tipo de gas, y también a la cantidad o intensidad del mismo en un lugar y momento determinados.
De esta manera, se logran optimizar los procesos de producción industrial, sin temor a accidentes o contingencias, al mismo tiempo que se cumplen los protocolos y normativas de carácter ambiental.
En las diferentes industrias donde se realizan procesos químicos, las cámaras diseñadas para la captación de gases tóxicos pueden jugar un papel relevante, para hacer más eficientes las etapas productivas en sus instalaciones.
Utilidad de las cámaras en este sector
Las cámaras que permiten detectar emisión alta de gases tóxicos, aunque todavía llevan poco tiempo en el mercado, resultan de gran utilidad para las empresas, ya que ayudan a prevenir accidentes y emiten alertas que permiten corregir fallas.
Otra ventaja consiste en que su aplicación puede ir más allá de una fábrica, y ya se les puede encontrar instaladas en oficinas, hospitales, almacenes, supermercados y cualquier otro lugar donde haya riesgo de emanación de gases tóxicos.
Gracias a esto, los trabajadores de las plantas industriales se encontrarán más seguros, los pacientes de los centros de salud correrán menos riesgos, y los alimentos procesados serán menos nocivos.
Algunos usos y aplicaciones
Las legislaciones ambientales son bastante estrictas, por lo que las compañías de gran tamaño, que a la vez son las principales emisoras de gases tóxicos a la atmósfera, deben adaptarse y cumplir con las normas, para así evitar sanciones e incluso cierres.
De esta manera, las cámaras usadas para detectar emisión alta de gases tóxicos se han convertido en aliados de gran importancia para la industria, ya que facilitan procesos, permiten ahorrar dinero y tiempo, y ayudan a cumplir las reglas.
Por ejemplo, estas cámaras ayudan a detectar fugas de gas en tuberías, lo que permite llevar a cabo una reparación oportuna. Además, estas cámaras pueden percibir gases a larga distancia, lo que las hace sumamente útiles
Algunos de los gases detectables por este tipo de dispositivos son SF6, benceno, butano, etileno, metanol, propano y FREON-12. Se estima que estas cámaras son capaces de detectar cerca de 40 gases distintos, de allí su gran utilidad en la industria.